Esta sopa es una de mis favoritas. La versión original lleva pasta, pero la verdad es que no le hace falta, pues es bastante cremosa solo por el almidón que proporcionan las caraotas.  En particular, durante mis embarazos fue una forma de comer sano y quedar satisfecha. Recuerde limitar el consumo de los granos a la ración que le corresponde en su perfil personalizado.

Ingredientes:

1/2 kg de caraotas o frijoles blancos remojados por al menos 8 horas. (Descarte el agua del remojo)

1 lt de caldo  (http://estandoenforma.net/?p=886 )

1 cabeza de ajo picaditos

1 lata de tomates pelados

1 manojo abundante de acelgas o de amaranto

Aceite de oliva y pimienta negra para sevir

Sal al gusto

 

Preparación:

Coloque las caraotas y el caldo en una olla de presión teniendo cuidado de no exceder el límite de seguridad. Tape la olla y cocine por 20 minutos contados a partir del momento en el que la olla comienza a hacer ruido. Retire del fuego y deje reposar por 15 minutos. Abra la olla y verifique que las caraotas ya estén cocidas pero no desintegradas. De estar cocidas, agregue el ajo, los tomates picaditos con su líquido (si la sopa necesitara) y la sal. Deje hervir con la olla destapada por unos 10 minutos adicionales.  Unos 5 minutos antes de servir, agregue las acelgas picaditas y caliente brevemente. No se exceda pues las acelgas perderían sus nutrientes. Al servir en el plato agregue una cucharadita de aceite de oliva y pimienta negra al gusto.  Consuma esta sopa en el almuerzo, con moderación y en las raciones de su plan alimenticio. Si usted no va a utilizar todas las caraotas, separe en raciones antes de añadir los vegetales y guárdelas congeladas para utilizar cuando lo crea conveniente.