En el mundo del deporte vemos  la existencia de productos que pueden ayudarte a mejorar tu composición corporal, rendimiento, recuperación, entre otros. Algunos de estos productos pueden ser de gran utilidad siempre y cuando se utilicen de forma correcta, es decir con una alimentación orientada a tus características y objetivo, ya que sin esto no verás el resultado esperado.

 suplementos

¿Los suplementos y las ayudas ergogénicas son lo mismo?

               No, los suplementos están dentro de las ayudas ergogénicas, ya que esta última se define como “la aplicación de cualquier método o maniobra –ya sea de nutricional, físico, mecánico, psicológico o farmacológico- que se realiza con el fin de mejorar la capacidad de realizar un trabajo físico determinado o mejorar el rendimiento deportivo” (Mc Ardle y Cols., 1991).                Todos los suplementos nutricionales son ayudas ergogénicas, pero no todas las ayudas ergogénicas son suplementos nutricionales; un calentamiento previo al entrenamiento, una carga de carbohidratos antes de una competición o usar unos zapatos ligeros en carreras de fondo son algunos ejemplos.

 

Existen 5 categorías principales de ayudas ergogénicas:

–        Ayuda mecánica.

–        Ayuda farmacológica.

–        Ayuda fisiológica.

–        Ayuda nutricional.

–        Ayuda psicológica.

 

Se le llama ayuda nutricional a todas las sustancias capaces de elevar nuestro rendimiendo, influyendo en procesos fisiológicos o psicológicos. En este caso nos referimos a nutrientes, nutrientes metabólicos, extractos de plantas o suplementos que tiene gran concentración como el aislado de suero de leche respecto a su concentración en su estado natural (la leche tiene 20% de suero y 80% caseína). Ejemplos: creatina, bebidas isotónicas, cafeína, extracto de té verde, carbohidratos, entre otros.

Las ayudas nutricionales son probablemente las más utilizadas, cualquier persona que asiste a un gimnasio está expuesto a que le hagan recomendaciones de suplementos de proteína, aminoácidos, creatina, entre otros, así como también de esteroides anabólicos (en este caso son ayudas farmacológicas, las cuales no recomiendo).

Muchas personas piensan que algunos alimentos o suplementos son mágicos y en numerosos casos no se hace caso a la proporción de nutrientes y el número de calorías consumidas en el día, por lo que no obtienen los resultados esperados en cuanto a ganancia de fuerza, músculo, rendimiento, entre otros. En cambio si consumes suplementos con una buena alimentación sí podrás ver los resultados que esperas, siempre y cuando estos tengan evidencia científica contundente. Es importante tener pruebas o estudios disponibles antes de consumir o aconsejar un suplemento dietético.

Los deportistas usan una amplia variedad de suplementos para influir en la mejora de su rendimiento, composición corporal, función inmune, su salud en general y, en algunas ocasiones, cubrir deficiencias en determinados nutrientes. Por ejemplo si llevas una dieta vegetariana puedes tomar un suplemento proteico para elevar la cantidad de proteínas que consumes en el día o si quieres mejorar tu desempeño físico en ejercicios prolongados de resistencia (como ciclismo, carreras largas, etc) podrías tomar alguna bebida rica en carbohidratos.

 

Antes de pensar en consumir algún suplemento:

–        Asegúrate de tener una dieta acorde a tus características y gasto calórico, que la misma te aporte los nutrientes que necesitas de forma equilibrada.

–        Debes buscar ayuda de un profesional de la nutrición para la implementación de algún suplemento en las dosis que requieras.

–        Corrobora que los suplementos que vayas a consumir tengan evidencia científica contundente.

–        Si ya lo has decidido, busca suplementos de calidad certificada (GMP), por ejemplo marcas como Dymatize, Optimum Nutrition, Muscletech, GNC, Now, entre otros. Si consumes algún otro suplemento de dudosa procedencia y sin sellos de calidad corres el riesgo de que esté contaminado o falsificado.