Durante la mayor parte de todo un siglo, tanto atletas como fisiólogos del ejercicio, han considerado al ácido láctico como causante principal de la fatiga muscular durante el entrenamiento de alta intensidad. El inicio de este error parte de los experimentos del fisiólogo y premio Nobel británico Archibald V. Hill, que en 1929 estudió en su laboratorio el proceso de contracción hasta el agotamiento en los músculos de una rana y observó que se acumulaba ácido láctico cuando se producía el fallo muscular. De este modo, Hill llegó a la conclusión de que el ácido láctico provocaba la fatiga vinculada a las repetidas contracciones musculares.

   Pero esta teoría centenaria ha sido casi dejada a un lado, ya que los científicos han descubierto que esta sustancia que producimos en grandes cantidades no es la causante de la fatiga y de hecho ayuda a evitarla.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para su compresión  explicaré un poco el metabolismo del ácido láctico:

Primero debemos conocer,

¿Qué es el ácido láctico?

   El ácido láctico es una molécula  orgánica  que juega importantes roles en procesos bioquímicos como la fermentación láctica. Es un producto intermedio del metabolismo, principalmente del metabolismo de los carbohidratos y se genera principalmente en las células musculares y además de ser un producto secundario del ejercicio, también es un combustible para ello.

¿Cómo se produce?

   El ácido láctico se produce en el curso del metabolismo anaeróbico láctico (proceso bioquímico conocido como glucólisis anaeróbica). La glucólisis es la degradación de la glucosa sanguínea o del glucógeno, que es la forma de almacenamiento de la glucosa, desde el músculo o el hígado. El propósito de la glucólisis es el de proporcionarle energía a las células corporales para que puedan operar.

   El proceso de la glucólisis puede desarrollarse a diferentes tasas, lo que se conoce como glucólisis aeróbica y glucólisis anaeróbica. El producto final de la glucólisis anaeróbica es una sustancia llamada ácido pirúvico que se obtiene a partir de la glucosa disponible en la célula muscular, la cual es convertida a ácido láctico cuando el ácido pirúvico comienza a acumularse.

   El destino de los productos finales de la glucolisis es controlado por las necesidades energéticas dentro de la célula. Si se requiere un muy rápido suplemento de energía, como por ejemplo durante un Sprint o durante una serie intensa de entrenamiento de la fuerza, se utilizará principalmente la glucólisis anaeróbica. Si la demanda de energía no es tan alta y hay suficiente oxígeno presente en las células, se utilizará principalmente la glucólisis aeróbica.

¿Entonces qué produce la fatiga y la sensación de dolor o quemazón de los músculos durante los esfuerzos cortos e intensos, como sucede en los intervalos o en pruebas de pocos minutos de duración?

   La glucólisis anaeróbica  ocurre al comienzo del ejercicio o al final de la sesión de ejercicios cuando la intensidad del ejercicio es tan alta que el sistema oxidativo no alcanza a cubrir las necesidades energéticas del músculo. La fatiga muscular experimentada durante el ejercicio es a menudo asociada con altas concentraciones de ácido láctico en el músculo. El ácido láctico se acumula cuando el cuerpo no tiene la capacidad de lavarlo de los músculos y de los otros tejidos lo suficientemente rápido. El problema con la acumulación de ácido láctico es que hay un incremento correspondiente en la concentración de iones hidrógeno. Se cree que una alta concentración de iones de hidrógeno inhibe las reacciones de la glucólisis e interfiere directamente en la contracción muscular. Además, la reducción en el pH a partir del incremento en la concentración de hidrógenos, lo cual produce un aumento en la acidez del célula, inhibe la actividad de otras enzimas de la célula. El efecto global es una reducción en la cantidad de energía disponible y de la fuerza de contracción muscular durante el ejercicio.

Entrenamiento para mejorar la tolerancia por acumulación de ácido láctico:

   Cualquier atleta que necesite ser capaz de mantener un alto nivel de intensidad durante 1-3 minutos puede beneficiarse de un entrenamiento específicamente diseñado para aumentar el umbral de lactato. La mejor forma de mejorar la tolerancia al ácido láctico y el umbral de lactato es a través del entrenamiento fraccionado. El entrenamiento fraccionado es una gran alternativa al entrenamiento de larga duración y baja intensidad en donde el VO2 máx. no es disminuido y la tolerancia al ácido láctico puede ser mejorada, lo cual potencialmente resultará en un mejor atleta.

 

Intervalos

  • •30 seg. a 1.5 min: glucólisis rápida
  • •1.5 min a 3 min: glucólisis lenta
  • •Recuperación de 2 min para intervalos cortos y de 3 a 6 min para intervalos largos.

 

Ritmos de carrera:

  • •20 primeros minutos: Carrera a ritmo de 10.000 metros.
  • •20 minutos siguientes: Carrera a ritmo de maratón.
  • •20 minutos últimos: Carrera a ritmo de media maratón.